viernes, 31 de diciembre de 2010

got used by you

Me siento abusada por todo lo que me rodea, por todo lo que me toca. Como si al acercarme, yo perdiera valor y fuese un objeto más, un adorno, algo que puede desecharse y que, en ocasiones, es reutilizable. Siempre es igual.
Lo que es peor, hasta me siento usada por quienes no debería sentirme usada... lo que me deja varias capas bajo tierra, sintiéndome miserable y con ganas de masticar una granada hasta explotar.
El cansancio, el sinsentido de vivir, me dan ganas de desintegrarme.
Romperme como tantas veces imaginé romper un espejo... es lo mejor que podría hacer por mí.

Sólo a veces.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Ensalada de frutas

No se si es por estar desganada, o es que algo me está pesando por demás o simplemente el calor me agobió... La cosa es que dormí todo el día. Dormí entrecortadamente, como cuando no respirás bien, como que mi cerebro no estaba respirando bien como para relajarse y dormir, pero tampoco respiraba bien como para mantenerme despierta.
Dormí y no existí. No toqué la computadora, no escuché música. Lo único productivo que hice en el día fue terminar un dibujo viejo. Eso es todo. Y el ahora, que tipeo no se porque motivo, quizás porque estoy aburrida o porque trato de que mis neuronas conecten de alguna manera y así me diga a mí misma que estoy viva, aunque no lo parezca, aunque no lo sienta así.
Para mí, es la época. Tanto Papa Nuel, Mamá nuel, y fuegos artificiales no me caen ni un poco bien.
Es una bomba de recuerdos.
Es una bomba de cosas nuevas.
Es una bomba, una mezcla de todo.... quizás hasta termine vomitando.
Ojalá cambiaras algo... de algo.
Irme a dormir con vos. Irme. No importa donde.
Irme de este algo que más bien es nada, por tanto que nos guste.
(sabemos que puede ser mejor)

lunes, 27 de diciembre de 2010

Ya no sabés ni por que me estas siguiendo. Vestido así, sos un idiota más, y yo sigo bailando. Por más que todo esto suene confuso, se vea confuso, vos y yo no estamos en la misma habitación, ni estamos caminando la misma ruta. Pero me estás siguiendo, a través de los cristales, debajo de los cristales, sobre ellos, entre ellos y dentro de mí.
Insisto, no entendimos nada. Quizás yo entendí una palabra más, o dos, mientras que a vos te faltan párrafos de este cuentito de hadas. Disculpame, corazón, hace rato decidí bajarme de ese bondi y, a pesar de tanto que hayas dicho, vos también seguís ahí arriba.
Basta. No quiero ver más fantasmas.
El sábado no existe más.

viernes, 24 de diciembre de 2010

De los no durmientes

Donde estoy dormida no es mi cama...
Tuvo alas mi locura, tuvo alas el delirio.
Cielos sucios, manchas en la piel.
No se que hay detrás de esta puerta,
que si las ventanas se abrieran,
que volara más que hielo en esta grieta.
No se, tanto que no se, ni que habrá,
pero si no fuese sólo una sombra,
sólo un fragmento de algo indeseable...
Un torbellino donde todo se mezcla,
que la luz no es luz más que en un bolsillo,
que las nubes son el mar en esta esfera,
que mis manos son mis pies que son mis ojos,
que son mi boca, que es mis latidos, que son,
entre tanta niebla, el camino hacia mí,
que son mi lengua inquieta disuelta
en un torbellino de sangre, piel y mi cama...
Que no es mi cama donde duermo,
sino el planeta que inventé anoche,
para tantos secretos sabiamente sumergidos;
para tu desesperación, demente calma;
al cansancio del asfalto y del humo,
a las paredes que te envuelven en flagelo,
habrá un abismo para descansar.


miércoles, 22 de diciembre de 2010

Mañana no seré igual

Seré menos y seré más.
Habré dejado un abrazo, y habré ganado otro. Habré perdido plata, gastado billetes en tanta música, tanta cerveza... y habré sonreído y sentido (¿qué más puedo pedir?).
Seré menos... menos de lo que era cuando me levanté, que quizás no tenga sueño, que quizás ya tenga hambre, que quizás ayer haya dejado una idea en un papel, otro más que guardo en un cajón.
Seré más... más de lo que era cuando me acosté, que quizás hayan pasado más horas, un día más de respirar, que quizás la idea que dejé en un papel es un tesoro más, otro más que guardo en un cajón.
Habré, como tantas cosas han de ser y no ser, dado cuanto recibo, ganado cuanto pierdo, gozado tanto como merezco, cambiado tanto como yo le cambié al mundo mismo. 




martes, 21 de diciembre de 2010

A veces, nos cuesta

A veces me quiero enamorar, hoy es a veces. Y a veces cuesta, y quiero olvidarme.
Pero es que no entiendo porque el mundo gira y cambia tanto, cambiando vos, yo y los latidos. Como pierde tanto sentido agarrarte la mano o soltarla, adentro de un corazón contradictorio que, contra las cuerdas, entiende menos, mucho menos.
Podrás decir tantas cosas, y podré decirlas yo, que tan poco importa, si al final seguimos teniendo miedo. Vos por hablar, yo por callar. Vos por no estar, yo por quedarme de más.
Y a veces quiero que realmente no importe la diferencia, ni lo complejo, ni lo más simple, y que menos me importe el frío. No puedo evitar temblar, ni puedo evitar el cristal.
Hoy parece imposible. Imposible el viaje, llegar a destino.  Imposible estar con vos, imposible que me quieras tanto. Imposible enamorarme, a pesar de hoy querer.
Imposible ser posible, ser real.
Imposible que el cigarrillo que tengo en la mano no se consuma mientras me escuchás hablar sin parar, que la cerveza que tenes en la mano no se caliente mientras te miro.
Yo ya no creo en el destino, ni en las notas de tu pentagrama, ni en tantas canciones que uso para quemarme la cabeza. Aprendí, creo estar sobria en esto, que todo esto es obra nuestra. Mis huellas las hice yo, y las seguiré haciendo hasta que se gasten mis pies.
Supongo que vos también. Aunque a veces, cuesta.
Pero el corazón... independiente como el solo, caprichoso como el solo.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Flipante

Un vaso con Pepsi. Dos gotas de Pepsi.
Tinta en las manos, para no perder la costumbre.
Y tengo ganas de vomitar, para no perder la costumbre.
Mi cartuchera llena de lápices sigue sobre la mesa. La puse ahí el lunes. Ahí quedó, sin tocar.
La impresora no tiene tinta. Otra vez. Y no fui yo la que la gastó, no esta vez.
Pies sucios y ella que se enoja.
No dejo de mirar por la ventana. Nada se mueve afuera, salvo el árbol del vecino, salvo sus hojas y la luz que se refleja en ellas. Salvo eso, no se mueve ni me importa nada de la ventana hacia afuera.
Hay frases que retumban en mi cabeza. Se repiten a sí mismas haciendo eco y taladrándome sugestivamente.
"Si queda sola, se siente sola. Si acompañada está, busca la libertad".
Y de las tres aplicaciones que hay abiertas, hay una que reza un nombre inombrable a esta altura del partido. Y más frases.
El vaso sigue con las mismas dos gotas de Pepsi. La cartuchera sigue sobre la mesa.
Cuatro CDs apilados, y leo "Inéditos"-"Vivos".
Estoy inédita. Estoy viva. ¿El uno, el otro, ninguno o los dos?
De a ratos, pierdo la vista en el patio y el silencio. La pared blanca brilla. Si vuelvo la mirada acá, no veo. Se pierde la costumbre.
Y creo que ese, si bien es un tema redundante, bien es un tema inevitable porque no somos estáticos. Porque estamos vivos y a-tiempo.
Y creo que este, no es un tema apetecible para un miércoles como este miércoles que es hoy, casi adentro del té... porque, si bien tengo ganas de vomitar, tengo ganas de comerme el mundo de una vez.
Alguien llamó y no atendí.
Si quiero, mi espalda puede sonar varias veces. Pero no. Prefiero el petirrojo en el patio.
El vaso sigue vacío y tengo sed. Y tengo los pies sucios y fríos como para arrastrarlos hasta la heladera.
Otra frase que me tumba, y a ella le quedan 2214 días.
"Stand by me" y que nunca llegué a acostumbrarme.
El vaso sigue, la mesa, los lápices y la tinta, el brillo del Sol en tantos rincones y en tanta mente. Y el Sol de mi vida que me mantiene viva para seguir siempre única y para seguir con estas líneas y las líneas de mis manos.
Tengo sueño, para no perder la costumbre.
Pero no duermo, para no perder la costumbre.

Porque a tantas cosas me pude haber acostumbrado, que desacostumbrarme haría que esto no fuese un sentido inédito adentro de mi vaso vacío, debajo de mis pies sucios.


Si
querés
vos
podés
salir
a
vaguear
conmigo






Yo puedo colgarme a respirar, y puedo volar dentro del mar,
y puedo cantar después de ensordecer y que mis ojos enloquezcan,
y puedo dejar de comprender porque cambié la mano que me mima,
sólo comprender que me mima.
(que si que sos vos)


sábado, 4 de diciembre de 2010

Días como días que no se olvidan

...
Porque existe un amanecer perfecto y un atardecer aletargado que se afirma en pleno cielo, en pleno vuelo, rayando el suelo y el mar.
Estamos como somos, los que somos como estamos, viendo esa reja no nos vemos los codos, ni los pies. Somos narices, somos lo que vemos en el reflejo de este lago, completamente manso pero esperando que emerja una nueva ola de él, como en nuestro centro.
Estamos esperando, como esperan tantos hoy, esperando una espera más, cansados de esperar y esperando no cansarnos tan temprano porque sabemos que la espera vale para conseguir cualquier cosa tan esperada que por algo quizás es esperable. ¿Y si tanto estamos equivocados al esperar?
Pero no, hay días que no, que no existe duda en este imperio que nos vaya a derrocar. Días sin noche, eternamente iluminados, eternamente Sol, eternamente cielo abierto y mediasombra guardada en un viejo armario gris. Y eternamente el corazón sobre la mesa para vos y para nuestro maquiavélico dios. Porque somos eso que dejamos ahí en ese pedazo de madera astillado y resquebrajado, y somos eso resquebrajado que entregamos para que alguien menos efímero lo eleve desde el agua hasta una de las tantas torres que alguien construyó a nuestro alrededor para bloquearnos, encerrarnos en caso de despertarnos...
Pero ahora somos noche, y del día no nos olvidamos, de esos días que somos día y no olvidamos de donde venimos y porque somos lo que somos, pero somos noche ahora, inevitablemente oscurecemos y tenemos que entregar este hueco en el pecho para que lo llenen de basura...
Nos vemos el próximo Sol.
...

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Shut up!

que se callen, que se callen, que se callen... que por un día, se callen y no sigan abriendo la herida (de vez en cuando, arde).
y que no piensen, ni que piense yo.
que se apague todo por un rato. o como dije, que exista un botón de pausa o algo semejante porque un día no puede sentirse de tantas maneras! (imaginate un mes, imaginate mi año!)
y que se callen, porque hablán de más, preguntan de más, boquean de más.
y que se callen, porque más de una vez no tienen razón y porque más de una vez le pifian fiero.
que se callen, porque me duele la cabeza.
que se callen, quiero dormir.

martes, 30 de noviembre de 2010

Acostumbrate

Pasó que no entendí por que mi bandera viró del verde al gris... pasó que no entendí.
Y nos pasó que no entendimos por que, de repente, teníamos que acostumbrarnos otra vez.
Y no supimos si era la ausencia, el delirio o el tacto mismo. No supimos.
Pero pasó que te diste vuelta, encontraste sangre y volviste a voltear. Ahí estaba yo, siendo tan yo, tan sumisa y tan rebelde... quisiste ceder, quisiste escapar; incluso, gritarme. Al final, me abrazaste y dijiste mi nombre.
Mi nombre.
Yo intenté soltarme, como cada vez. Entonces, mi nombre.
Yo intenté soltar tu bandera, soltar tus ojos y mi bandera se incendió.
Pasó que no entendí el porque de este final, tan último como primero y tan extraño como real.
Y todo lo contrario. Todo. Porque no supimos entender que debíamos acostumbrarnos.


a veces siento que desaparezco porque, según vos, yo ya no existo ahí.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Los árboles lloran de pie

En que mundo estarás viviendo que no me oís,
en que estrella te habrás escapado para no distinguirme más,
entre que paredes te habrás perdido que ya no te puedo encontrar...

O será que yo dejé mi piel acá...
Donde vos seguis rondando,
pero de mi no queda nada,
no queda alma, sangre o luz.

Al menos no en ese lugar...
Infierno, cielo; mar o tierra; ficción o realidad;
¿Cuál es la diferencia entre tocarte y traspasarte?
Si aún así, no estamos en el mismo lugar.

En que mentira estaremos hurgando de más,
a quien estaremos abriédole las heridas con cada bostezo,
sobre que suelo habré dejado mis hojas secas, mi retazos inservibles...

Y donde no estamos más,
ni donde buscamos más.
Pero donde si estuvimos,
donde los árboles lloraron de pie.
Donde lloramos de pie, salvo que seguimos en pie.





martes, 23 de noviembre de 2010

Con los pedales pegados a los pies, da

Turu tutu turu tutu turu... ♪
No gusta más. No gu...
¿Qué si? ¿Qué sigue si? ¿Qué fue?
Que tanto que no que no da...
Tu tutu tú tutu tú...
Tú no. ¿Quién si? ¿Quién sigue?
¿Quién fue que puso, no pu...?
To que va, (b)vien.
No gusta más. No duele más.
Confunde, no funde. No influye.
No más. ¿Qué si? ¿Quién si?
Yo si. Sigo. Sí. Voy bien,
como viento en popa,
como un blues, un ska y una cumbia.
Como todo, sigo. El tiempo.
Po... Podía. Mos, más, pude.
Ta táa ta rarará. Tara rarara rá!
Me gusta este lugar.
¿Qué si? ¿Qué sigue?
El cambio: de estación, de tren, de clima, de camino, de ambiente, de gente, de percepción, de nube, de ritmo, de canción, de fiebre, de daños, de puñales, de miradas, de sonrisas (porque ahora son de veritas, de veritas tara rá raáaa ♪).

Es el día, nene, nena, que dejes de buscar globos de colores entre la gente. ¿Sabés qué? Hay demasiados y el color que te gusta está por allá (--->). Andá, buscalo. No pierdas tiempo acá. Eso sigue.
Y es momento, nena, nene, de subirte a la bici que tanto cuidás, de pedalear con fuerza, muy fuerte, y dejarte llevar. Por allá (--->), vi pasar un buen sueño: ponele tu nombre y andá, alcanzalo.

Pa pá pa paá paráa pa!
Una vela, no da. Da, da luz.
Y con eso aflojá.
Y con cada cosa que queme.
Y da, sí da, que dejes...
¿Qué no? ¿Qué no da, da, diste?
No da, porque no importa.
Por vos, dá, por ella, no da.
¿Qué si? ¿Qué sigue si...?
Para qué preguntas.. pará ra ráa...
Para resolver una duda, da.. no da.
Que no da...s más.
Aflojá, dejá. El cambio, va.
Sí va. ¿Qué va? ¿Quién va?
¿Dónde va, quien sea que va, a lo que sea que va?
No importa, si da, andá.
Alcanzá. Pedaleá.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Gracias, por no volver

Inevitablemente, tengo que hacer y decir esto... Más que nada porque espero que sea definitivo, y más que nada porque quiero que sea real.
Como si lo hubiese pedido, sin darme cuenta, me dijiste todo lo que me faltaba escuchar. Y que me falte no significa que me guste o que lo quiera, sino que es el eslabón perdido de esta cadena de histeria y fantasías que tan perfectamente garabateé en mi cabeza todo este tiempo.
Se supone que reconocer un error es el primer paso para solucionarlo, que darse cuenta de la veracidad de los hechos nos pone en las manos la posibilidad de hacer las cosas mejor en un futuro. Ciertamente, hoy no creo estar ni mejor ni peor que ayer, no cambiaron tantas cosas, ni cambiaron desde el lunes, o hace un mes. El cambio está en las actitudes, en las decisiones que tomemos para con él en torno a un mañana; yo se que todavía no me puse a prueba en ciertos aspectos.
Entre todo, me hiciste admitir ideas que venían teniendo lugar, pero que nunca dejé salir a flote. Es decir, se que no soy tan boluda y me doy cuenta de muchas cosas; pero siempre elegí padecer sentimientos distintos a los que debería por el simple hecho de que me resultaba menos doloroso (error #1)... le busqué excusas a TODO para que encaje perfectamente con lo que creía poder controlar. No es así, Fer, no. Las culpas a quien correspondan, los gritos a quien los merezca y las sonrisas a quien debas sonreír.
Y sí, tantas veces me dije a mí misma que aprendí demasiado estos meses, pero sólo tengo la teoría. En mi mente, todo está claro, pero aparentemente falta la sustancia conectora entre el cerebro y los músculos para ejecutar lo que marque la diferencia. Y sí, ¿cómo voy a poner en marcha algo que corrió, frenó y terminó su ciclo? (error #2). Hay que empezar ciclos nuevos, para lo viejo ya la cagué bastante, para lo viejo el daño es irremediable, para lo viejo... guardar lo bueno, y que lo malo no nos llame pidiendo que lo salvemos. Ciertas cosas del pasado no se pueden salvar, sabés?
Las personas son sólo personas, y las personas son seres únicos e irrepetibles y maravillosos especímenes para descubrir. Las personas quizás estamos para descubir y conocer a otras personas, pero cada cuál, por la variabilidad de caracteres y personalidades, tiene un tiempo, un modo de pensar, de creer, una forma de ver las cosas, de sentirlas, y de entender. Yo no puedo aceptar que mis personas no me entiendan (error #3). Siempre me consideré defectuosa en eso: tengo mi ritmo y espero que lo sigan, y espero que tengan la capacidad de apreciar las cosas a mi modo. Y no. Así es como la gente me decepciona. Si yo llego a conocerlos, a entenderlos y aceptarlos, es mi cuestión; ellos irán con sus ritmos y sus ojos y su manera... y así está bien.
También, creo que pasé mucho tiempo jugando un partido que ya había perdido (error #4). Ahora asumí que bajar los brazos no es lo mismo que estar derrotado. Nada que ver, pero nada de nada de nada de nada. Hay un abismo... hasta dos abismos, quién sabe! Se necesita mucho coraje para asumir una derrota, que es aquel momento en el que se toca fondo y no se sube, que ya todo está estancado y es mejor soltarse antes de que nos ahoguemos. Y bajar los brazos, es retirarse antes de tiempo, es no darlo todo cuando todavía hay algo porque jugarse. Es momento de aprender a retirarse cuando realmente hayamos perdido y a seguir jugando cuando quede algo por que jugar.
Y Fer, por favor, querete siempre. Siempre, querete. Vivite mientras puedas, mientras haya gente que te diga cuanto vales (creeles). Y parte de quererte, es no dejar que la gente te haga daño sabiendo de antemano que así será, y quererte es no dejar que te boicoteen, quererte es no repetirte, quererte es aprender(te), quererte es decir que no cuando es no, quererte es cuidarte en todo aspecto y querer lo mejor para vos, y quererte es quererte.

Y gracias por no dejar que siga adelante con una obsesión insana, y gracias por hacerme ver, y gracias por no volver, por no dejarme entrar otra vez a aquel lugar donde me cegaba y no veía mis errores, y gracias por confiar en... no, gracias por no confiar, porque así me enseñaste más que nunca.

jueves, 18 de noviembre de 2010

El segundo capítulo de Lost

Estaba muerta. Me levanté y estaba muerta.
Morí mientras lloraba. Morí mientras me ahogaba en mí, en una idea redundante. Y me morí pensando que era mi culpa, como siempre, y que posiblemente no fuese a revivir nunca más.
Y así me levanté, completamente muerta. Casi como que me pisó un tren, o como que me corté las venas ante los ojos de un dios omnipotente que no hizo nada para evitarlo... así, muerta como si un cáncer me hubiese tomado los pulmones y, al despertar, todas mis células estuviesen infectadas, carcomidas. Así, sin respirar, muertas.

Si mínimamente te importara un poco, quizás no estaría tan muerta. Tengo millones de dudas, hasta enamorarse parece más simple que esto, y me resulta tanto más difícil darle un giro a esta historia para entender algo. Aunque sea algo. Aunque sea esa mínima parte que te llevó a decidir o a equivocarte.

Y yo que te daba por muerta a vos. Quedate con las cicatrices. Yo morí, y no vuelvo. Porque morí, y de ahí no se vuelve. De ahí no volves. De ahí, volvemos juntas.


OJALA NO SEA TARDE PARA VOLVER A NACER.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Allá, acá

Mirar el horizonte y estallar.
Allá afuera, allá lejos, allá arriba, algún lugar, me están esperando.
Y también a vos.
Y también al viento.
Y están estallando miles de pechos.
Y es tripa este infierno, y es tripa mi cerebro que no para de girar.
Y también vos.
Y también el viento.
Tocar el suelo, el pasto mojado, y revivir.
Acá abajo, acá adentro, acá al lado nuestro, están estallando pechos.
Y también en vos.
Y también en el viento.
Y también yo.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Torta vencida y pan con hongos para vos!

En el balance final, ¿quién ganó?
Vos te llevaste todo, tal vez...
Me habré quedado con los bolsillos vacíos, tal vez...
Vos tendrás tus manos llenas, y yo mis manos sucias y lastimadas, sólo eso.
Yo podré deambular por el barrio, acompañada únicamente por mi MP3.
Vos tendrás, quizás, un par de caderas para abrazar.
Y yo tendré toda mi vida para volver a ganar.
Vos tendrás tu vida para tomar coraje y decidir marcar un punto, un final, y recién ahí, volver a pelearla para ganar algo.
Vos podés llevarte mis gracias, yo me llevo un par de felicitaciones.
No se, vos fijate.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Más humo y más te cansás

Y cómo quisieras que esa charla dure lo que tardes en fumarte un cigarro... y que, después, el tiempo que estés fuera de casa sea equivalente a lo que tardes en tomarte diez birras y algo más, y que lo sientas así, efervesentemente efímero y gradualmente absorbente hasta dormir tus ojos en aquella almohada, la que no es tuya...

Que luego amanezcas entre un par de piernas, finas líneas de placer, y te convenzas de que estás haciendo las cosas mejor y bien, mejor y bien... y te prendas otro cigarro, el último de tu atado, mires el cenicero lleno, mires por la ventana como el Sol despoja a la Luna de su oscuridad, mires tu ropa en su suelo, y mires el cuerpo desnudo a tu izquierda, y mires las sábanas que lo cubren, y mires que todo pinta mejor y bien.
Rebalsa tu cenicero y tu boca es pura ceniza también. Y estallan tus ojos rojos, otra noche a puro frenesí.

Se moja tu cara en el lavabo del baño y se mojan tus pestañas en una lágrima somnolienta. ¿No pensás volver a casa a dormir? No hay tiempo, un tic tac te muerde los pies.

martes, 9 de noviembre de 2010

Y con la mirada más profunda...

Días que quisiera estar en off.
Días que quisiera estar en mute.
Días que quisiera cambiar my station.
Días que sería más fácil run away.
Noches que me encantaría dejar this insomnio.
Días que me gustaría not to cry.
Días que quisiera no verte como the fucking victim.
Días que quisiera just verte dormir.
Días que quisiera dormir for ever.
Noches que preferiría verte come back.
Días que it's not me, it's you.
Días y noches que sos mi peor nightmare.
The whole world que encaja entre mis manos cuando mis ojos destellan, there you are.

Lay my head on this rock,
lay my hands next to yours...
Lay my mind somewhere in this little piece of heaven...
Lay my heart on this rock, your heart.
Leave me here, a cliff...
Leave my clothes, and leave my tears,
and leave the memory of wonderful minutes
spent so luxuriously above our endless melody...
and leave my smile, lost in yours.
And lay your deepest look upon my thirsty eyes...
Would you love me back some day?
Will you help me sleep these ghosts?
And leave this broken me for someone else to fix...

And, please, si todo es mentira, at least today, no vuelvas más...
Just don't come back.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Plaf

Si mañana todavía estoy en una pieza, quizás sea porque no me di cuenta que el sol se puso, la luna salió y el sol volvió a salir.
Pero, dado el caso de que mi cerebro amanezca desparramado en el piso del living, mejor sería ir preparando una escoba nueva...

De alguna manera tendré que volver a arrancar.

domingo, 7 de noviembre de 2010

De zombies y galletitas

Cuando lo único que querés hacer es gritar hasta perder la voz, y no podés porque sentís que sería demasiado para vos y para los cristales a tu alrededor, terminás asfixiándote en una almohada, dejando escapar gemidos entre su suavidad hasta quedarte dormido.

Y al despertar estás vos, haciendo malabares con lo que sobra de esa noche y de tus demonios submarinos. Arrancás de frente, caminas revoleando muecas de gracia y esperás que alguna haga efecto boomerang y te parta el cerebro en dos. Aunque salís hecho una fiera, dispuesto a tragarte el mundo y sus miserias, la versión de aquel no es otra más que la que viviste ayer.

Varios zombies te cruzan mientras vas, a donde vas, donde parás, donde donde donde estás, y te quieren morder, hacer de vos uno más del montón... Y vos con la sangre hirviendo y la yugular haciendo una cuenta regresiva, cerrás los ojos con paciencia y seguís caminando sin voltear, sin trastabillar, sin parar un segundo de más para pensar.

Ah, pensabas? Yo creí que sólo sentías, que eras impulso, intuición y fragmentos de ocasos.

Entonces, como te decía, vas, andás como se puede, con las manos llenas de vidrio y un alarido medio dormido, medio exasperado, escondido en la garganta... Y llegás a algún lugar, aunque quizás no sea lo que buscabas. Frenás más de tres segundos y medio y le consultás al imaginario que hay en vos hacia dónde mirar.

Ah, estás pensando. La noche va a volver a caer en vos, mejor sería empezar a moverse, que no se te enfríen los músculos, principalmente los del corazón. No vaya a ser cosa que se duerma algo más que tu mente y quedés colgado de la rama de un árbol sin siquiera notarlo.

Sin embargo, hoy es el día que todo cambia, ya sea porque así lo quisiste o porque así te lo quisieron. Vas a dejarte morder y vas a auto satisfacerte con la idea de que tal vez lo peor sea ese mordisco primero, el que te haga casi desmayarte… pero después ya está, si sos uno más, como ellos, como todos, nada puede ser tan tremendo si sus caritas son como galletitas dulces día tras día.

Vas a arrancarme de vos y sólo puedo insistir con que vuelvas a la cama hasta que decidas sacar aquel grito. Creo haber aprendido que tu camino no es el mío, pero que otros caminos tampoco lo son… el camino está más allá, detrás de la almohada, lejos de ella.



















lunes, 1 de noviembre de 2010

Que no podés verme si no te veo, me ves y me fui

Hoy me puse a contar segundos y ventanas... Todavía no se para qué, supongo que buscaba encontrar algo de paz, de serenidad, que afloje un poco tanto tironeo entre estar bien y estar mal.
Y me puse a contar las hojas de un cuaderno al que le quedan menos de la mitad en blanco. En ocho meses, más de setenta viajes a través de mi mente. Todo ahí, en ese pequeño cuaderno con tapas de corcho.
Miré por una de las tantas ventanas y vi el mundo sin mí, luego al mundo sin ellos y yo ahí en el medio mirando el mundo sin mí. Y nos vi desde arriba, colgando de un cable, vi como yo miraba y a mí nadie me veía a través de los cristales.
Pensé que quizás la culpa era mía, que en mi mente había puesto un par de vidrios espejados en lugar de vidrios transparentes... Quizás por eso no me veían.
¿Y qué hacía allá arriba? Un viaje interrumpido tal vez, donde no llegué a mezclarme con las nubes, quedé a mitad de camino en una idea inoportuna y fugaz. Pero de algo sirvió (aparentemente, cada suceso tiene un propósito).
Resulta que desde allá,
me vi fallando, lastimando.
Me vi siendo torpe, indecisa,
siendo ingenua y dañina por eso.
Me percibí siendo niña, y lamenté no crecer,
y me sorprendió lo madura que fui,
quizás alguna vez que elegí bien.
Me vi sonreír y dormir y estallar,
y volar y pensar y expresarme.
Me entendí como música, canción,
y me desentendí de mi entorno tal cual es.
Me contaminé con miradas y gestos
y entonces contaminé con palabras necias.
Y me vi prenderme fuego una vez,
y me vi feliz entre tanta llama,
y me vi feliz ahogándome entre el humo.
Y dejé de verme.

Ahí entendí porque estaba allá arriba.
Si yo no me veo porque el humo me tapa o me envuelven las llamas, ¿quién va a verme?
Si no me veo, no me entiendo a mí misma como lo que soy, no me pongo un valor como la persona (poca, tal vez) que soy... ¿quién podría verme? Y estando tan ciega, ¿a quién le robaría los ojos para ver el mundo a través de la ventana por la cual creo ver el mundo sin mí? (¿segura que sin vos?)

sábado, 30 de octubre de 2010

Prioridad a los sin paraguas

Llueve impetuosamente en Buenos Aires y es casi como apretar un botón que dice "Caos", especialmente porque la gente actúa desesperadamente cual fin del mundo. La lluvia es lluvia; es agua, no ácido, vayan enterándose.

Mientras suena Oasis de fondo (shake up your tired eyes, the world is waiting for you), pienso que siempre que llueve es lo mismo, el mismo desfile de paraguas, las goteras, los charcos y los que los esquivan, los autos, la gente feliz y sin una gota de humedad dentro de ellos, la bocina que suena porque alguien sí es conciente y avanza más despacio, los que van debajo de los techos porque no tienen paraguas... y estamos los que, sin paraguas, igual caminamos por el medio de la calle. ¿Por qué? Piensan que quizás no nos importa mojarnos, que quizás nos gusta porque la lluvia nos hace sentir un poco más livianos, o hasta sentimos que esos minutos de agua sobre nuestra piel es concebirse ligeramente más vivo.

Bueno, tienen razón. Así me pasa a mí en cada tormenta… pero eso no me vuelve inmune a las enfermedades que pueda contraerme porque usted señora quiso pasar debajo de un techo incluso siendo dueña de un hermoso paraguas rosa chillón. Opté por un nuevo camino para evitar perder un ojo, o los dos, o un pedazo de nariz. Vaya uno a saber cuánto puede lastimar un paraguas! (¿más que la lluvia?)

No le tengo miedo a la lluvia, de ningún tipo. El agua es agua y me limpia las heridas, y no todo lo que me moja tiene ese poder. Y a veces llueven más que palabras y gestos, y llueven verdades y jamás uso paraguas. Y llueven cuchillos, aunque ya estoy curtida; percibo el dolor como una forma de sentirse vivo también. No tengo nada por perder, que llegue lo que tenga que llegar, que me moje la furia que tenga que mojarme y que venga la calma después de esa tormenta. A mí me va a ir bien igual y no hay resfriado que me pueda frenar, ni herida tan grande que no se vaya a curar…

Señora, deje a un lado su paraguas y mójese! Tal vez algo de lluvia le vendría bien a usted y a muchos más! O bien, déjeme pasar con total libertad, yo vengo sin paraguas!








jueves, 28 de octubre de 2010

The tremor becomes the quake.

Hush... It's ok.

Y yo dije: -te amo. punto y aparte. ¿?
En mis manos estaban las palabras que hacían palpable el duelo interno entre el amor y el odio.
En mis manos, pequeñas comparadas con las suyas, arrugué la bronca y la calma instantáneas, simultáneas.
¿Y cómo hacer para percibir el peso de ambas dos? ¿Cuál mueve la balanza unos milímetros más abajo?

Las ganas de explotar, y la necesidad inminente de quebrar en llanto. Inapropiadamente espacio y tiempo y gente y la melodía familiar que no aliviana la carga de su ausencia.
Las ganas...

Se convierte en un hecho increíble el vuelco que da el corazón dentro del pecho...
Leer en un par de pupilas todas esas palabras que quedaban implícitas en aquel primer suceso, y todo porque el duelo no es duelo sino otro despertar, de algo que quizás nunca se extinguió.

Tic tac... mi reloj biológico a la espera de aquel terremoto. ¿Qué tal si no llega nunca? Las ganas, ¿dónde se desganan?

(¿se desgana alguna vez un temblor así?)

miércoles, 20 de octubre de 2010

Las mentiritas tienen patas largas y se enriedan entre sí

O sea, no entiendo más nada. Por momentos pareciera que hago cosas que no me acuerdo y todo me sale bien para el ojete. Y por momentos soy la persona más genial, más simpática y buena amiga. Y por momentos soy la emo que está en el doceavo subsuelo esperando un príncipe azul inexistente que la salve de tanta amargura (por eso ahora acepto el mate dulce, no?). Y bueno, están los momentos "buenos" que escucho decir que todo va a estar bien...

No se que creer, que pensar, que sentir.
Si al final, la gente en la que volcás tu confianza es la misma basura que la gente de la que desconfiás. Y la gente que te promete cosas, jamás las cumple, así como la gente que jamás te prometió nada hace todo lo posible para auto complacerse. Y la gente esa, que vemos pasar todos los días y hasta en el saludo es perceptible su frialdad, al final no es más que gente que mira de acá, hasta allá (x---x). Mentiras a corto plazo.

Ah, y las cosas que importan son maleables según quien tenga que ceder(?)(WTF?). Me refiero a que lo que para es importante, para vos tal vez no lo es.... Y qué? Constantemente tengo que ponerme en tu lugar y respetar, entender lo que para vos sí vale la pena y dejar de lado lo que para mí sí vale la pena cuando hablamos de lo mismo. ¿Es así? Por favor, que alguien me diga que estoy demasiado equivocada con respecto al mundo altamente egoísta en el que nos estamos moviendo!

Frente a situaciones como esa, tengo que creer que todo va a estar bien. ¿Cómo se hace? Desconfío del que me habla, no le creo una palabra; y hasta siento que jamás voy a alcanzar un mínimo de éxito entre las cosas que me importan, si total, eso de que a la gente la ayuda la gente ES LA MENTIRA MÁS GRANDE y a nadie le importa en realidad que a al otro le vaya bien o mal (se que no es así, exagero exageradamente).

Y sí, es para vos, pedazo de gil... que te la das de persona buena, te la das de ganador y de persona fiel. ¿Fiel a qué? Y es para vos, que como tantas otras personas me defraudaste... y si, soy la imbécil que le creyó a gente imbécil, como vos.

Pero ya fue. No me mimen, me cansé de ser sensible (otra vez)... porque tanto mimo hace creer cosas que no son, no siempre el que te cuida lo hace por amor, no siempre el que te escucha lo hace para entender.
Y nos vemos en Disney, a sabiendas de que no estoy ni enojada, ni decepcionada, ni triste, ni asubduasdb... Estoy con un bate de baseball en la mano, lista para romper vidrieras y algunas cabezas :D

martes, 19 de octubre de 2010


YA SE QUE
NADA ES SIMPLE
Y A VECES ES TAN TRISTE...

SOLO DALE
UN POCO MAS!

martes, 12 de octubre de 2010

Fuiste mi mejor invento ♪

Yo no quiero, y sabes que yo intenté. Yo sentí y tuve esperanzas, aunque mil veces me hayan dicho que no daba para más... Quise demostrar algo que posiblemente hace tiempo que no existe. Estuve ciega, elegí estar ciega porque es una de esas veces que ver la realidad duele en el todo. Y si te inventé más de una vez al lado mío fue para no enfrentar el miedo más grande, el de sentirme sola "cuando todo lo demás falla". Creo no tener más fuerza, no se si quiero seguir aguantando esas frases dubitativas, esas frases que me juzgan el corazón. Claramente puedo estar equivocada pero eso no me vuelve irreal ni soñadora. Abracé más de una vez algo que tenía base sólida, pero ahora todo eso es humo. Lo hiciste humo. Y como el humo, me desvanezco, me escapo de tus manos y de las de todos. Porque lo único por lo que prometí dejarlo todo, cambiarlo todo, dar absolutamente todo, hasta la ínfima parte de lo ínfimo que soy yo en el mundo, resulta ser en vano.

No tengo a quien culpar, salvo a mí misma. Por soñar, sí. Por creer, sí. Por sentir más allá de límite de la razón y de lo tangible, como suelo decir yo. Me culpo por subirte a ese pedestal (como bien me dijeron todos), que quizás lo mereciste alguna vez, pero que hoy no debería corresponderte. Inmadura? Tal vez. Irresponsable? Tal vez. Egoísta? Querer lo que quiero me hace serlo? Sí, entonces sí. Y si por eso "es complicado", prefiero darme por vencida, derrotada, abatida.

Supongo que esto es algo así como una despedida, en la cual voy a llorar y me considero valiente por eso. Deposito mis esperanzas en que esta vez sea la última etapa del duelo en el que me sumergí hace meses. No quise ver, ni oír, ni sentir nada salvo esto que nos inventé; pero no va más, escribo el punto final. Si un te amo, dos o tres no cambian nada, ni una sonrisa ni un abrazo como respuesta, no se qué sería capaz de moverte el corazón a vos. El mío ya está rengo, y soy joven, y el mundo es nuevo, y yo soy un aprendiz más que se la da de caminante; quiero caminar y llegar a algún lugar, estés o no estés vos (diría que me da lo mismo, pero hoy sería mentira, mañana no se).

Y si bien esto no me resulta nada fácil, por el mismo egoísmo que nos separó más de una vez, ahora lo dejo volver y que haga lo suyo definitivamente. Pierdo yo, perdés vos, y pierde el mundo. Voy a tratar de conservar la sonrisa, pero no prometo más nada. Voy a tratar de conservar la calidez, pero no ofrezco ninguna garantía. Voy a tratar de seguir siendo yo, en mi mejor versión tal vez.



domingo, 10 de octubre de 2010

Las almas ya no son espejos

No importaba más. Importaba si su cara era larga... o si estaba flaseando la sonrisa. Si la falseaba, estaba bien. Total, las almas ya no eran espejos.

Tomó todo lo que tuvo a su alcance, y lo desechó. Iba a empezar de cero... y como las almas no son espejos, no dio cuenta que había tirado lo que debía conservar y conservó lo que debió haber soltado hace tiempo. Pero bueno, no importaba más nada.

Dejó de caminar, de correr. No sonrió más (me encantaría volver a verte reír). No lloró más. Y si lo hizo, nadie lo notó. Vivió, entre comillas, como una persona normal; total, las almas no eran espejos, no iban a notar la sequía en su cuerpo.

Pero pronto, ya no importaba que deje de cantar o que ya no mueva sus pies en un intento de bailar un rocanrol. Y de un momento a otro, ya no importaba que sus ojos no fueran profundos, más bien ausentes; y que sus manos estén siempre frías. Y menos importaba que a todo dijera que sí (a todos). Si, al final, las almas ya no eran espejos, ¿quién iba a reflejar tanta dejadez?

Y de cero al menos diez va... como las almas ya no son espejos, nunca va a encajar. Sólo supo ser Sol, sólo supo brillar, sólo supo ser fuente de energía, para promover el cambio, para promover la risa, la magia, el entusiasmo. Pero ahora, no más... su luz no sabe volver. El espejo de su alma sólo refleja sombras.

Yo quiero estar con vos, puedo llegar al cielo.

Casi siempre mis noches resultan en situaciones completamente diferentes a las que imaginé en algún momento. En mi cabeza, desplego un sinfin de opciones, caminos para andar, decisiones varias para tomar, palabras para decir, silencios para prestar... Pero no. Siempre ocurre algo completamente diferente a esas millones de opciones que me planteo.

Esta vez, no fue el destino el que metió mano en el juego. El destino se portó de 10 (con abrazo incluído). Esta vez falló el amor... ¿Quién lo justifica? Ya no valen las excusas para quejarme de que todo me sale al revés de como lo espero, porque faltó voluntad de una de las tantas partes que formamos, y duele desde atrás, el fondo, lo más fuerte.

Hacer el balance es dificilísimo.
¿Logré algo de lo que quería? Sí.
¿Logré todo lo que quería? No.
¿Valió la pena la locura? Sí.
¿Suficiente? Para nada.
¿Volvería a hacerlo? Un millón de veces.

Entonces, sí... Supongo que fue bueno si llego al punto de no arrepentirme. Bah, me arrepiento quizás de no haber hecho más... Ese es otro balance... Lástima lo que me queda ahora: darme cuenta que la gente sigue siendo gente, que algunos amores son más fuertes que otros y que, torpe yo, no supe cagarme en ciertas cosas (no aprendo más, no aprendo más).

Piba, colita, abrazo, te extrañaba, es complicado, nos vemos, ska, 1.30, 2.30, vamos... me duele la espalda, Miro de atrás, bla bla, 3 a.m... Siamo Fuori (u).
Piba, que buena, viene, 55... zzz... dale! $1 (tu suerte es contagiosa?).. mi casa, mi puerta, mi cama. Ni chau.
Pararáa brr (sonó). "Dnd andas?" Ja, no estoy. Abdasbsdad no tenés idea, mi amor. Insisto, masoquismo?
"El no es una herida, sino el lugar donde voy para ser feliz". ¿Qué es lo que no entendés?
No pasa nada, está todo bien (mentirosa ♫).
Estoy en Groove (si me saldrá todo al revés, la puta madre!). Morite!
Celular al carajo, zzz... celular, zzz. Celular, zzz. Ya fue, no me busquen.
Wake up! No. Dale. No. Dale. No. Dale dale dale dale dale. Brr. Brr. Brr. QUE NO!
Andate a la concha de tu hermana. ¿No ves que me duele?

Lo que es que la gente te falle... no tenga tu ritmo, tu tiempo, tu aguante, tus ojos un rato.

¿Cómo estuvo el recital?
¿Eh? ¿Cuál que no lo vi?



domingo, 3 de octubre de 2010

Quiero que quieras lo que quieras querer. Quiero que lo que quieras sea lo que te haga feliz.
Quiero que logres alcanzar lo que vos quieras, que puedas. Quiero que quieras quererme un poco, porque yo sí te quiero y te cuido.
Quiero que pienses que es lo que querés y como lo querés. Y que quieras llegar hasta donde alguna vez quisiste llegar.
Que tengas fuerza, que puedas, porque querés que así sea... y que en el camino, me quieras un poco, porque yo sí te quiero y te cuido.
Quiero que me mires cuando te digo que te quiero, y que me quieras cuando te miro fijo, queriendo perderme en tus ojos.
Quiero que lo que quieras hacer sea lo que quiere tu corazón, no lo que te obligas a querer porque parece no doler tanto.
Y quisiera yo no quererte tanto, porque vos no querés lo mismo que yo y eso me tira un poco hacia abajo.
Pero igual, quiero que me quieras un poco, quizás un poquito más que nada, me conformaría tal vez, porque yo sí te quiero y te cuido.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Todo eso

Una caleidoscópica sensación emergente, que se lleva consigo las sobras.
Un eco esperanzador que se agita y rezonga en los límites del atardecer.
Una mueca, irónica y apesadumbrada, que se retuerce en sus comisuras y en la profundidad de sus pupilas.

Todo eso. Si todo eso se dejara ver con claridad...

Un sentimiento embriagador, que emborracha a la razón y la humilla audazmente.
Una risa, incoherente y algo tétrica, escondida en un rincón lejano de su cuerpo... tal vez, en lo más hondo de su pecho.
Un bombardeo de imágenes rosadas dentro de una mentalidad nevada.

Todo eso. Si todo eso fuese más transparente...

Un tic tac absurdo, probablemente inventando por un irracional racionalismo.
Una nombre golpeando las paredes de su abdomen, que exige libertad e independencia.
Un espejo elocuente, que grita una verdad porque sabe, sí que sabe, lo que sus ojos quieren mentir.

Todo eso. Si algo de eso se mostrara de verdad…

Un recuerdo. Un juego de palabras. Una historia interminable. Un porque, un no se, un tal vez, un nunca más, un volveré, volverás y volveremos.
Una idea, una ilusión. Un apagón y una herida. Un olvido simultáneo a un amor exagerado.
Un querer, un esperar. Eternamente esperar, sin esperar realmente lo que espera… solo sabe que la espera. Ella sabe que se esperan.

Si todo eso se dejara ver… todo eso sería suyo. Infinitamente suyo. Ella. La risa, las muecas, el tiempo… Todo eso. Suyo. Suya, siempre.

(15.06.09)

martes, 28 de septiembre de 2010

Si vas al mismo lugar que yo, es posible que me cruces

Tenía razón yo cuando escuchaba Kapanga y te sentía cerquísima, a sólo unos segundos de distancia de mi corazón (si es que no estabas dentro).
Tenía razón cuando cada vez que sonaba Brillante Sol no me sentía sola; sentía como caminabas conmigo y la tarareabas tan únicamente.
Tenía razón cuando, escuchando Andando, me aseguraba que "cuando no pueda más conmigo y te quiera por siempre al lado mío", volvería a andar con vos.

Me prometí no ilusionarme, no tener espectativas... Explicame, ¿cómo hago para no correr de felicidad? ¿cómo hago para no imaginar que será de esas tres noches cuando las esperé durante meses? ¿cómo hago para no pensar, inventar, buscarle la vuelta y el por qué a tus acciones? ¿Por qué ahora y no antes? ¿qué cambió?

Yo tenía razón, y vos también. Y el destino taimado, tal vez.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Hay vientos...

De alguna forma, siempre terminás entendiendo que hay vientos que no sólo traen tormenta, sino también un nuevo Sol... aunque más tarde te acordás que algunas gotas no se pueden secar así nomás.

Pero no tengas miedo, no sufras, siempre habrá alguien que sepa ver desde afuera y te recuerde que para avanzar también tenés que perdonarte a vos mismo, que se puede tener esperanzas en recuperar lo perdido sin que eso demore tu travesía, y que no importa el tiempo que alguien se quede en tu vida, siempre valdrá la pena su estadía.

De alguna forma, siempre terminás entendiendo que hay vientos que no sólo alejan las tormentas, sino que también se llevan tu Sol... aunque más tarde te recuerdan que lo que brilla no es el Sol, sino vos.

(gracias Vieja ♥)

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Un par de opuestos que hoy no se complementan...

Fue en tu cuerpo donde creció y murió un sentido, el de ser libre y explorar... y fue en tu mente donde le diste la forma adecuada, le diste alas a tus pensamientos. Hasta que un día lo dejaste escapar y creaste el mundo idílico que tantas noches reemplazó al sueño. Y acá estabas, lejos de la tierra, lejos de palparte el corazón. Y allá estabas, siendo vos, viviéndote.

Cuando aparezca Luna, por fin vas a disfrutar toda esa gloria, vas a masticar la victoria de haber llegado a ese lugar mágico donde tus historias cobran vida y te llevan a andar. Toda esa libertad que dibujaste en tus cuadernos va a adquirir personalidad propia, te va a abrazar y te va a elevar bien alto.
¿Estás donde querías estar?
...
 



(¿Dónde dejaste el corazón?)

domingo, 19 de septiembre de 2010

El sentido sos vos

"El día que crezcas, vas a darte la cabeza contra la pared. No por cuanto cambie tu percepción, sino por entender cuanto perdiste por temer siempre."

"Quedarte muda no te va a mover de ahí. Vos tenés que tomar coraje y salir a demoler paredes, y que, lo que sea que te golpee, te haga más fuerte y te enseñe a gritar."

"Tarde o temprano, llega ese momento en el que tenés que demostrar quien sos, de que sos capaz... y ser tan vulnerable a la sensibilidad te va a romper en mil pedazos. No vas a aguantar." (ya te pusieron a prueba muchas veces)

"Dentro de unos años te vas a acordar de esto, lo que te digo, y te vas a reír. Seguramente vas a querer volver el tiempo atrás para vivir lo que se te escapó por mirar el mundo a través de una ventana. Y vas a estallar en carcajadas porque todo esto va a tener sentido, no como ahora."

El día que crezca y salga de mi caparazón, quizás sea demasiado tarde y ya no quede ni un gramo de mundo para mí. Y tal vez ese sea el día en que descubra que mis errores eran más graves de lo que creía, que mis alegrías no eran tan grandes como sentía, que mis metas quizás no eran enormes desafíos sino pequeños tramos de una larga carrera que no iba a terminar, que la gente que encontré fue gente sólo al principio... para los finales, la gente es el sentido único por el que me podía mover.
El día que crezca voy a reír porque el proceso fue el que yo elegí, bien o mal, con mi tiempo lento. Y con o sin golpes, lo vale. Vale la pena haber sonreído tanto como tuve ganas, vale la pena haber intentado, haber fracasado, haber dormido mil siestas y bailado cientos de rocanroles! Y vale la pena (no cabe duda), tener tantos sentidos para avanzar.