jueves, 30 de septiembre de 2010

Todo eso

Una caleidoscópica sensación emergente, que se lleva consigo las sobras.
Un eco esperanzador que se agita y rezonga en los límites del atardecer.
Una mueca, irónica y apesadumbrada, que se retuerce en sus comisuras y en la profundidad de sus pupilas.

Todo eso. Si todo eso se dejara ver con claridad...

Un sentimiento embriagador, que emborracha a la razón y la humilla audazmente.
Una risa, incoherente y algo tétrica, escondida en un rincón lejano de su cuerpo... tal vez, en lo más hondo de su pecho.
Un bombardeo de imágenes rosadas dentro de una mentalidad nevada.

Todo eso. Si todo eso fuese más transparente...

Un tic tac absurdo, probablemente inventando por un irracional racionalismo.
Una nombre golpeando las paredes de su abdomen, que exige libertad e independencia.
Un espejo elocuente, que grita una verdad porque sabe, sí que sabe, lo que sus ojos quieren mentir.

Todo eso. Si algo de eso se mostrara de verdad…

Un recuerdo. Un juego de palabras. Una historia interminable. Un porque, un no se, un tal vez, un nunca más, un volveré, volverás y volveremos.
Una idea, una ilusión. Un apagón y una herida. Un olvido simultáneo a un amor exagerado.
Un querer, un esperar. Eternamente esperar, sin esperar realmente lo que espera… solo sabe que la espera. Ella sabe que se esperan.

Si todo eso se dejara ver… todo eso sería suyo. Infinitamente suyo. Ella. La risa, las muecas, el tiempo… Todo eso. Suyo. Suya, siempre.

(15.06.09)

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