jueves, 26 de abril de 2012

De frente la pasión y no le diste la vida

Todo tiene un punto neutro para comenzar, y todo tiene un punto neutro para finalizar donde el tramo intermedio es completamente ajeno a lo que diferencia a ambos puntos. Esa es mi premisa.
Partamos del significado de la palabra neutro, el cual es que algo neutro "no participa de ninguna de las opciones en conflicto". ¿De qué nos sirve?

Todo comienzo implica arrancar de cero, no saber que es lo que va a venir, pero al mismo tiempo con una espectativa, porque, inevitablemente, los seres humanos tendemos a formar un prejuicio de lo que sea que nos toque enfrentar. Si bien siempre hay lugar para la sorpresa, previamente imaginamos lo que pueda pasar.
Para los finales, es un efecto semejante al que nos exponemos. Deambulamos entre familiaridades, acostumbramientos, y cuando es momento de concluir algo, lo que sea, es necesario que exista un quiebre donde nos alejamos de todo eso y nos adentramos en una etapa de transición colmada de tranquilidad, quizás, y con una puerta al fondo donde está el punto neutro anterior.

En ambos casos, el punto neutro es ese momento donde se mezclan la incertidumbre por lo desconocido, el porvenir, y la realidad que nos golpea y se lleva con ella todas las dudas. Ese punto, ese instante donde no elegimos ni la imagen espectativa ni el desentendimiento del ayer, sino que somos asimiladores insensibles que no pueden hacer una transferencia emocional hacia los hechos reales, ese es el punto donde la neutralidad alcanza un climax. Del todo a la nada, está el punto neutro.

lunes, 9 de abril de 2012

ventanas en tu vida

Eso es lo que pasa cuando las usas para escaparte, cuando, en vez de volver a tu lugar, volvés a algún otro lugar. Salís para olvidarte de donde salís y te olvidas por donde tenés que volver.
Decís, finalmente, que te despegaste. ¿Que estás nuevo o el mundo huele a nuevo? (gases nuevos, sonidos nuevos, embotellamiento nuevo)... esto es un frasco. El aire es aire en todos lados, lo que se mueve sos vos. 
Sea lo que sea, te hace bien. O te trae mal... a que se siente distinto estar distinto con los ojos viendo distinto, no? Bueno, así, como cuando ves a través y te imaginás como querés que sea, pero no es, como a casi todos no les es. Y, ¿qué vas a hacer? Sin chistar, seguí con lo que es, recordá lo que fue y empezá a armar lo que querés que sea la próxima vez.