lunes, 12 de marzo de 2012

intransferible

la desesperación por el desconocimiento de la realidad paralela que no podemos ver, porque no nos dejan traspasar las barreras invisibles...
porque no se pueden traspasar.
se pueden compartir, a modo de fracción,
a modo de una idea.
pero no se puede entrar o salir.
ni de uno ni hacia el otro.
ni importaría cuanto se presione, la paralelitud es lo que hace que sea tan encantador
tan bella y única la existencia de esa línea ramificada que asociamos con pensar
y tan escaso, paupérrimo y degradante, cualquier medio para dar pedazos, regalarlos de alguna forma.

todos queremos saber, y todos podemos intentar,
pero no.

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