la desesperación por el desconocimiento de la realidad paralela que no podemos ver, porque no nos dejan traspasar las barreras invisibles...
porque no se pueden traspasar.
se pueden compartir, a modo de fracción,
a modo de una idea.
pero no se puede entrar o salir.
ni de uno ni hacia el otro.
ni importaría cuanto se presione, la paralelitud es lo que hace que sea tan encantador
tan bella y única la existencia de esa línea ramificada que asociamos con pensar
y tan escaso, paupérrimo y degradante, cualquier medio para dar pedazos, regalarlos de alguna forma.
todos queremos saber, y todos podemos intentar,
pero no.
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