En que mundo estarás viviendo que no me oís,
en que estrella te habrás escapado para no distinguirme más,
entre que paredes te habrás perdido que ya no te puedo encontrar...
O será que yo dejé mi piel acá...
Donde vos seguis rondando,
pero de mi no queda nada,
no queda alma, sangre o luz.
Al menos no en ese lugar...
Infierno, cielo; mar o tierra; ficción o realidad;
¿Cuál es la diferencia entre tocarte y traspasarte?
Si aún así, no estamos en el mismo lugar.
En que mentira estaremos hurgando de más,
a quien estaremos abriédole las heridas con cada bostezo,
sobre que suelo habré dejado mis hojas secas, mi retazos inservibles...
Y donde no estamos más,
ni donde buscamos más.
Pero donde si estuvimos,
donde los árboles lloraron de pie.
Donde lloramos de pie, salvo que seguimos en pie.
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