sábado, 22 de septiembre de 2012

death of bricks

Entonces, no se quien sos, no se como te llamás ni de donde venís. Sos algo así como avasallador y transitorio, que buscás consumir todo lo bueno, todo lo sano (así como un Dementor), pero sólo por momentos, sólo de a poquito, como el aire que sale de tu boca cuando estás bajo el agua, sólo en lentas burbujas. Estás escondido, acechando, esperando el momento preciso para morder y hacer sangrar a tu presa, a mí, que a pesar de los escudos, estoy indefensa. No te dejás ver, no te dejás entender, y mordés. Te hundís en la carne y desgarrás más de lo que se ve. 

Qué fácil es ganarle a los monstruos!
Qué fácil es ahuyentar fantasmas!
Cuánto más, matar zombies!
Pero a vos... vos sos lo que nadie es y lo que todos somos, lo que en mayor o menor medida existe cuando dejamos que exista y, cuando no, te abrís paso a empujones para mostrarte, invisible, en la vida de cualquiera, en las mentes de todos los individuos! Y en mí plantaste bandera, de este cuerpo absorbés todo.

Que aproveches, porque ya me di cuenta... 

lunes, 3 de septiembre de 2012

outrè

ames mi libertad
respetes mis amores, los cristales donde yacen las pasiones
ames las cicatrices, el pasado, todo él
comprendas las diferencias, aprecies la diversidad
escuches cada silencio, los hables conmigo
desciendas conmigo, vuelvas a subir, sepas volar.

ames mis pies y tus ojos
desarmes las miradas, reconstruyas mis palabras
seas sincera, seas real, seas acá
decores todo el mundo con la risa
duermas siendo el ruido más sigiloso, paz
te pierdas en el techo, bajes cristalina, sepas flotar.

que seas, tanto, más allá, como acá..!

martes, 31 de julio de 2012

i'll wait for you there

-Una aleación natural de todas las fortalezas del mundo,
una mezcla de resistencias y el peso que tolera los otros pesos.
-Lo que queda debajo y no se aplasta,
lo que podemos pisar y permanece siempre firme.
-Algo que genera disconformidad a tus pasos,
un dolor indoloro, pero que molesta a tu desempeño.
-Estoy en tus zapatos, pero no siento lo que sentís. Insensible, sin vida.

Permanezco inmóvil, pero me muevo cuando empujas, cuando querés que me mueva. Y cuando te hace falta la quietud, cuando hace falta descansar, reposarás en mí, te dentendrás sobre mi cuerpo y seré silencio.

Porque soy, porque me quedo..
Porque a la par de todo, a la par de tu respiración, yo voy.
Porque soy una piedra, porque soy fundamental.

lunes, 16 de julio de 2012

mañana de hoy

Tendría que dejar libre la sangre 
y tendría que sacrificar el oasis.
De tus manos emergían tentáculos,
mis ojos no hicieron más que quedarse,
callarse, bostezar y aguantar.


Un desgarro en el amanecer,
la misera arrodillada a tu merced
y quien pudiera abandonarte
sería rey de todo el tiempo,
rey de estos pedazos de silencio.


Castillos de naipes, bufandas flotando
y así todo se va cuesta abajo
mientras arriba subís descalzo.
Arena tibia entre los dedos de tus pies,
tiritando mis lágrimas, quebrando mis labios.


El desgaste, la compañía, a dream,
un reflejo atravesado por fantasmas
y otra vez yo mordiendo el viento.
En común, el absolutismo de esta noche
que cae suavemente indiferente (imperceptiblemente lastimando).



jueves, 28 de junio de 2012

Hagamos las cuentas

Mientras estoy esperando, se están fugando miles de segundos, que son un montón, porque son miles, y cuando empezamos a ver tantos ceros, a veces nos asustamos, pensamos que no se termina nunca de decir todo lo que en verdad son. 
Esos segundos, podemos compaginarlos, amucharlos en algo que haga menos ruido, y tenemos bastantes minutos, no miles, pero unos cuantos. Y esos minutos, esos pequeñitos marcadores de tiempo, no deben bailar solos, entonces podemos emparejarlos, y volverlos a emparejar, y tendremos algo que nos parezca más silencioso, y tendremos horas, algunas horas. 
A ellas, a las horas, podemos meterlas en un mismo espacio y decirles que se junten en grupitos más reducidos y que anden despacito, muy despacito para que nadie las escuche. Que se vistan de día y también de noche.
Y estos días y estas noches, que se llevan la gloria de la espera, no son nada comparados con los miles de segundos que me senté a contar mientras esperaba, los que se iban de mis manos uno a uno, sin pedir permiso, dejándome un poquito más sola. Porque la espera se vuelve soledad cuando nos da miedo la verdad del tiempo, y el tiempo nos deja solos cuando, por miedo, lo único que hacemos es esperar que las verdades cambien.


Y en sesenta segundos, un corazón normal, late aproximadamente ochenta veces.