sábado, 14 de agosto de 2010

Las dos caras de una vida? perra

Tengo un corazón que late a mil y baila de felicidad. Tengo un corazón que se estremece, que se envenena a sí mismo cuando mira más allá…
Tengo un par de pies: uno derecho imbatible, siempre firme; uno izquierdo que es frágil frágil, que arremete con constancia contra su hermano porque se sabe inferior.
Tengo dos manos, dos: a una la arruiné con el tiempo, con la furia, con los golpes que nos dimos la vida y yo; la otra, tiene la magia que se necesita para hacer brillar colores en un papel.
Tengo una mirada que de a ratos se nubla, y de a ratos se ciega por tanto sol.

Tengo un techo protector, que me resguarda en esta lluvia constante, que unos días es granizo y otros días aguanieve. Un techo que se prende fuego tres veces por semana… y no quiero estar debajo de él, no cuando se caiga.

Tengo un mundo en mis manos, un mundo transparente, cristalino que se que será fructífero de acá a unos años… pero que por dentro se pudre, se descompone y se llena de larvas, hongos, gusanos que se comen la vida (vida, vida, vida?).

Tengo un viaje para hacer, una línea recta, curva, zigzagueante que me propone en cada metro una experiencia, una sensación nueva y un aprendizaje encantador para mi mente agobiada. Un viaje de caídas, precipicios y sangre.

Tengo plata y no me interesa gastarla; tengo cicatrices que no son accidentes; tengo sueños que no quiero cumplir; tengo amores que no amo; se cosas que no me sirven, que nunca quise saber; tengo citas pendientes a las que no voy a llegar; tengo ganas y de esas ganas nacen más ganas y no tengo ganas de levantarme de la silla, quedando las ganas guardadas en mis bolsillos… como tantas otras cosas guardé por no tener ganas de salir de mi encierro, de mi habitación de hielo.

Tengo todo y tengo miedo de tenerlo, porque tengo miedo de perderlo, porque tengo miedo de que al perderlo no vuelva a ser feliz… por tener miedo a ser feliz tengo miedo de vivir. Y como no quiero vivir, la vida me parece perra.

Y yo soy las dos caras de esta vida perra…







1 comentario:

Nauj dijo...

Alta descripción de la contradicción eh XD

Mmm.. Si el miedo a perder la felicidad implica rechazar esa felicidad y no vivir la vida, ya la estás perdiendo sin siquiera haberla aprovechado cuando pudiste. Mejor ser feliz cuando se puede, si se pierde se pierde.
Así como se pierde un día vuelve y empieza todo de nuevo así que..

Me fui a viciar u.u