Infinitamente. Así, queriendo que de mi boca saliera algo inteligente. Tratando siempre de ser impresionante, impresionantemente estúpida al final. Quedándome callada, significando mucho menos, pero en una zona de seguridad infinita. Infinitamente.
Y que te mire a los ojos, te diga un bla bla bla y sonrías, sí, sonrías. Compartas conmigo todo lo que en mi mente tiene gracia y fluidez, pero no en mi voz. Quedándome quieta, amagando que voy a salir corriendo, pero aún así, frente a frente, esquivando las urgencias de la timidez.
Estas ahí en tu lugar, en tu espacio, siendo la burbuja que separa mis pensamientos de mi accionar y deteniendo con tus manos la inercia del pasado. Significando mucho menos, sigo siendo sólo lo que le pone algo de color a tus pisadas, y más que eso no alcanzo a ser (ver).
En realidad, quiero cambiar el panorama.
Y en realidad, no cambia nada.
Infinitamente, sólo se ser ese pequeño lápiz que dibuja hacia ambos lados de lo que es en realidad.
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