Y todo el sentido de mi vida se reduce a la cantidad de veces que hiciste latir mi corazón en una insignificante milésima de segundo... ¿Te das cuenta lo que eso significa?
Resulta que las únicas fechas que recuerdo sin titubear, son las llevan algo que viví con vos. Resulta, también, que los peores errores los cometí hacia vos, y entonces sos vos la voz de mi conciencia, la que me enseña a mirar, a arreglar mis metidas de pata, a curar las heridas, a salir a flote, a pelearla con todo, a jugármela a pleno... Resulta, además, que las promesas más locas las hago en tu nombre y esta vez sí las voy a cumplir (hay una que jamás rompí, y lo sabés bien). Pero, lo mejor de todo esto, es que no hay día que no estés conmigo. Sea porque venís solo o porque te traigo yo, siempre, siempre estás caminando conmigo, viajando, tropezando las mismas calles... Cantando la misma canción!
Cuando pintas en el bondi un corazón, cuando sin prisa sos presa del reloj, como a esa copla te la hace carnaval, como la risa se mecha sin pensar... y se te acerca y más cerca la querés, ya estamos grandes pesnsás mientras caés. Y le das vuelta al asunto y te mareó. La ibas de piola y ahí fue cuando te ató. Dueña del sol y del ritual cuando amanece con vos, tu humanidad duerme en sus pies y se despierta en su voz. Hoy brillante el sol ilumina cuando amanece con vos.
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